jueves, 25 de febrero de 2016

La sonrisa de Lisania, una cubana recién llegada a Ciudad Juárez para cruzar legalmente a EE.UU

Lisania Maday Miranda Prieto, desciende del autobús que le recibió en el aeropuerto -cortesía de las autoridades mexicanas- para  llegar al puente fronterizo de Santa Fe por el que caminará a El Paso, EE.UU, país que le garantiza por ser cubana su permanencia legal y beneficios hasta que obtenga el premiso de trabajo y la residencia. @JudithTorrea

Acaricia con ternura su tripita. Está embarazada de ocho meses y medio. Su primer hijo, nacerá en Estados Unidos. Lisania Maday Miranda Prieto es cubana. Y se prepara, con una sonrisa, para cruzar hacia el otro lado de la frontera.
Hasta el mes de noviembre -cuando salió de su tierra- era mesera en una cafetería de La Habana. Apenitas hace dos horas que arribó en un avión especial a Ciudad Juárez. Con otros 144 cubanos (30 mujeres, 5 menores, 109 hombres). De Panamá.

En frente de ella, está el puente de Santa Fe por el que caminará hacia El Paso, Texas con sus compañeros de sueños, que conoció mientras esperaba en Centroamérica un acuerdo entre Panamá y México para poder llegar a Estados Unidos, y que finalmente se puso en marcha el 23 de febrero para todos los cubanos que se habían quedado varados en aquel país. Estos cubanos en tránsito hacia EE.UU estaban esperando salir desde que el 15 de noviembre Nicaragua -país aliado de Cuba- cerrara las fronteras.

Su esposo sólo puedo llegar hasta Costa Rica, como otros 7. 801 cubanos que viajaban desde Ecuador por vía terrestre y que también se quedaron varados.
La inmigración de cubanos se ha intensificado tras el restablecimiento de las relaciones entre EE.UU y Cuba, por el temor que tienen a que se suprima la Ley de Ajuste Cubano -que desde 1961 otorga la residencia estadounidense a los cubanos que la solicitan al llegar a EE.UU-.

Los tres meses de espera incierta en Panamá ya son historia en la vida de Lisania. Y sólo piensa en situaciones hermosas que le esperan, aunque nadie le espera en Estados Unidos. Dice que quiere ir a Miami, aunque tampoco tiene familia.

Los agentes de migración mexicana reciben a los cubanos abriéndoles un paso especial. Todos tienen un permiso de visitante por razones humanitarias que les han entregado las autoridades migratorias en Ciudad Juárez. Ninguno de los recién llegados pagan los habituales 4 pesos mexicanos para cruzarlo.


En unos diez minutos, la cubana Lisania Maday Miranda Prieto cruzó el Puente de Santa Fe, en Ciudad Juárez, México, y pisó por primera vez tierra estadounidense, en El Paso, Texas, tras tres meses varada en Panamá. @JudithTorrea


Lisania, de 26 años, va subiendo el puente fronterizo a paso ligero. Por debajo, está el Río Bravo, llamado Grande en Estados Unidos. Es el río fuertemente vigilado en esta zona de la frontera, que muchos intentan cruzar corriendo o a nado, pero que pocos alcanzan su destino -porque son deportados en el intento o mueren- para convertirse en inmigrantes indocumentados en EE.UU.

Atrás va dejando las casitas semidestruidas del centro de Ciudad Juárez para comenzar a ver rascacielos y edificios cuidados de El Paso. Las filas para los que cruzan en vehículos son largas, pero apenitas hay mucha gente que lo hace caminando. Unas cuarenta personas esperan poder mostrar a los agentes sus documentos migratorios estadounidenses para poder pasar la frontera a comprar, estudiar, trabajar, viajar, entre otras actividades.

Al finalizar el puente, la agente de migración que acompaña a los cubanos les acomoda en una fila especialmente habilitada por las autoridades estadounidenses para los cubanos recién llegados. Éstos cruzan a Estados Unidos con los documentos que les entregan para regularizar su situación migratoria.

Lisania apenitas alcanza a despedirse con una sonrisota y me comenta que el niño que espera en unos días se llamará Mateo.

La cubana Lisania Maday Miranda Prieto (con bolso) entrando a las instalaciones de las autoridades migratorias estadounidenses que se encuentran al bajar el puente.  En unos minutos más, podrá entrar legalmente a EE.UU. @JudithTorrea 

miércoles, 17 de febrero de 2016

"Al Papa le faltaron agallas, ganas o no lo dejaron en Juárez"; o cómo Francisco dejó en último plano en Juárez las desapariciones y feminicidios, la tragedia que el gobierno de México intenta ocultar


El Papa Francisco denunció los temas claves de un México herido como nunca se ha atrevido ningún Papa y  menos un jefe de estado como él lo es del Vaticano. Ofreció soluciones para reconstruir un país con esperanza pero azotado por la desigualdad social, la opresión contra los pobres e indígenas, la corrupción, la explotación laboral, el narcotráfico y la violencia. Pero en una Juárez que sufre las desapariciones de niñas y feminicidios por más de veintiún años, esta tragedia la nombró en una sola frase y una palabra. Así vivieron su visita los que esperan una noticia para encontrarlas vivas y justicia:  


Estas fotos de las mamás de las desaparecidas las tomaron ellas.  El celular no funcionaba en el recinto acondicionado para la misa del Papa Francisco, así que no pude localizarlas. Les pedí permiso para publicar sus fotos en esta entrada de mi blog. Gracias!/@CortesíaMamás

Anita Cuéllar sabe lo que es la espera. Cuando comenzó hace cuatro años a recorrer las iglesias de Ciudad Juárez para rogar que en las peticiones de las misas se nombraran a las desaparecidas (como es habitual con enfermos o personas fallecidas, entre otros) empezó a cuestionar su iglesia católica, de cuya religión es ferviente devota.

Lo más desesperanzador fue escuchar a algunos sacerdotes cómo en plena eucaristía ordenaban a las mamás de desaparecidas que retiraran las mantas que colgaban de sus cuerpos con el rostro de sus hijas o las culpabilizaban de la desaparición de sus hijas, siguiendo el discurso de las autoridades.

En la Catedral de Ciudad Juárez, en las misas oficiadas por el vicario, el padre Fernando Valle protagonizó desde el altar algunas de estas situaciones, que pude observar. Las madres lloraban por su reacción pública tras haber acudido a rezar para encontrar a sus hijas con lo poco que les queda de ellas: sus fotos.

"Hay padres que ya han perdido la fe, porque la misma iglesia nos ha volteado la espalda", asegura.

Las estadísticas acompañan el pensamiento de esta mamá. Si hace diez años el 82 por ciento de la población de Juárez era católica, ahora lo es un 69 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI). En esta ciudad de poco más de un millón 300 mil habitantes se profesan 170 doctrinas, donde van ganando terreno los evangélicos, que han sido más activos a la hora de ayudar a personas más vulnerables.

Anita tiene 49 años y cinco hijos. La mujer de voz dulce que vende productos de belleza por catálogo para poder poner pesquisas de su hija por toda Juárez, lleva 4 años esperando saber dónde está su hija, qué pasó con su pequeña.

Jessica Ivonne Padilla Cuéllar desapareció a los 16 años de edad, cuando fue a buscar trabajo a la zona centro.

Es una mujer de profunda fe y esperanza. Desde el 12 de diciembre, cuando el Papa Francisco confirmó públicamente que viajaría a Ciudad Juárez, ha intentado con varias mamás ver cómo lograban reunirse o, al menos, acercarse a él. Lo necesitaba su fe para no derrumbarse y su lucha, para que las autoridades le entregaran a su hija viva y no en un pedacito de huesos, como les ha ocurrido a todas las mamás de desaparecidas en Juárez en los últimos veintiún años de desapariciones de niñas y jovencitas.

Esperó con mucha alegría a que llegara el día de hoy, miércoles 17 de febrero. Salió de su casita temprano. Anita estaba enferma de su estómago y un poquito débil de salud, pero feliz.
Caminó por las calles de arena de desierto de su colonia, la azotada López Mateos, para poder tomar una rutera vieja (el transporte público pésimo y limitado) que le dejara lo más cerquita posible de El Punto: un terreno nombrado con este apelativo para la ocasión, que colinda con el río y la malla fronteriza que separa México de Estados Unidos donde se construyó un altar para celebrar la misa oficiada por el Papa Francisco.


Miles hicieron filas esperando durante horas poder entrar al recinto donde se encontraba el altar. Más de 5 mil soldados y federales se desplazaron hasta Juaritos durante los días previos a la visita del Papa./ @JudithTorrea


Al intentar pasar el acceso de seguridad hacia el terreno, un agente le advirtió que no podía hacerlo con la camiseta que portaba, que la misa no era una manifestación. La camiseta tiene el rostro de su hija desaparecida.

"Para mí, sí es una manifestación", les imploró. "Les prometo que no voy a hacer escándalo. Estoy aquí porque tengo a mi hija desaparecida, porque soy católica y necesito la bendición del Papa".

Y la dejaron pasar.

A través de un sacerdote, consiguió una treintena de los codiciados boletos para que algunas de las mamás de las 89 niñas que están reportadas actualmente como desaparecidas, pudieran asistir a la misa. En la zona roja C3, sentada con varias mamás de desaparecidas, en una de las últimas de las 21 mil sillas de las más de 200.000 personas que habían sido invitadas.



Aquí podéis ver cómo el Papa Francisco, acompañado por el Obispo, ofrece en la cruz sus rezos silenciosos por los inmigrantes que mueren huyendo de la pobreza y la violencia. La vigilancia fue máxima, al fondo la plataforma que se levantó en EE.UU por seguridad./@JudithTorrea
El Papa Francisco caminó por un sencillo montículo coronado con una cruz levantado en apenitas una semana para ofrecer un ramo de flores blancas y rezar pidiendo un minuto de silencio por todos inmigrantes que mueren intentado cruzar hacia Estados Unidos. Lo hizo antes de comenzar una misa binacional, que sería seguida por más de 30 mil fieles del otro lado de la frontera desde el estadio de fútbol americano Sun Bowl, en El Paso, Texas.

Saludó a la multitud congregada al otro lado del Río Bravo, llamado Grande en Estados Unidos, bajo la mirada vigilante de los agentes de la patrulla fronteriza. Por ser el cruce más vigilado de la frontera es el de menor flujo para la inmigración sin papeles pero es, a la vez, el principal cruce de las drogas que viajan desde Colombia y otras zonas de Latinoamérica para que lleguen a los consumidores de Estados Unidos.

El primer gesto de Papa había comenzado, gestos sencillos y poderosos, mirando hacia un país que está en pleno debate para elegir a los candidatos que optarán a las elecciones presidenciales -en donde destacan extremistas en temas de inmigración como los republicanos Donald Trump y Ted Cruz- y que cada día deporta a inmigrantes indocumentados hacia México, centenares de ellos los deja varados en Ciudad Juárez.

 Su último acto en México, tras su gira de seis días por varias ciudades del país cuestionó fuertemente al poder político y al clero (aunque obvió directamente un tema al que en el pasado se había referido con contundencia y rechazo: la pederastia y los abusos sexuales que cometió el fundador de los Legionarios de Cristo, el padre mexicano Marcial Maciel, entre otros sacerdotes).


Francisco denunció los temas claves de un México herido como nunca se ha atrevido ningún Papa y  menos un jefe de estado como él lo es del Vaticano. Ofreció soluciones para reconstruir un país con esperanza pero azotado por la desigualdad social, la opresión contra los pobres e indígenas, la corrupción, el narcotráfico y la violencia.

Nunca había estado en una prisión como ésta. Sin duda, con condiciones más duras que las de los reos en la cárcel de mayor seguridad del corredor de la muerte de Hunstville, Texas, en donde he entrevistado durante varios años a diversos reos./@JudithTorrea

Estrechó su mano a reos de la prisión del Cereso estatal número 3, donde sigue controlado por el crimen organizado. En él están encarceladas personas pobres que canalizaron la falta de oportunidades en adicción a las drogas y violencia. Muchas de ellas son inocentes convertidos en culpables. Yo no pude asistir a este evento, sólo pude acceder a la misa, pero aquí os muestro la foto que tomé en el área de máxima seguridad meses después de producirse un motín donde murieron veinte prisioneros en una reyerta  para que os hagáis una idea del espacio que no se vio en la visita del Papa:  http://juarezenlasombra.blogspot.mx/2009/11/tranquilidad-tras-20-prisioneros.html

El Papa les pidió a los reos que "hablen con los suyos, cuenten su experiencia, ayuden a frenar el círculo de la violencia y la exclusión" mientras cuestionó el sistema de encarcelamiento alejado de la rehabilitación.


Sostuvo un encuentro con empresarios, gerentes de las fábricas maquiladoras y políticos donde los sacudió con mensajes como:

"¿Qué quiere dejar México a sus hijos? ¿quiere dejarles una memoria de explotación, de salarios insuficientes, de acoso laboral o de tráfico de trabajo esclavo?".

"Esta pobreza y marginación es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el círculo del narcotráfico y de la violencia. No se puede dejar solo y abandonado el presente y el futuro de México".

"Todos tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro, que sea un espacio para construir sociedad y ciudadanía.... que va a transformar en una cultura capaz de promover espacios dignos para todos".



Recorrió las avenidas principales de Juaritos que, durante la llamada guerra contra el narco del ex presidente Calderón, fueron escenario de asesinatos impunes (más de 11 mil en cinco años que dejaron a más 14 mil niños huérfanos) y que fueron acondicionadas con pintura y brea para cubrir los enormes baches antes de su llegada: en una ciudad donde el 40 por ciento de las calles son caminos de terracería y arena del desierto.


@JudithTorrea


Cuando Francisco llegó al punto donde celebraría la misa poco después de las 4 de la tarde, lo llevaron muy rapidito en su vehículo sin que hubiera oportunidad para estrechar su mano con los fieles. Estos lo habían esperado durante varias horas con sed (se prohibió hasta la entrada de botellines de agua) y bajo ese sol de desierto que quema. Tampoco pasó por el pasillo más cercano al área que fue asignada para varias mamás de niñas desaparecidas, en la última zona con sillas, la roja C3.



@JudithTorrea


La primera zona fue ocupada por autoridades,  constructores y empresarios con sus familias. Delante de ellos,  se improvisó una hilera con niños enfermos y con capacidades diferentes, algunos de ellos escogidos al azar entre los que esperaban bajo el sol del desierto donde se batió el récord de calor, 29 grados centígrados, en pleno invierno.



El Papa Francisco, al fondo, en el altar oficiando la misa junto a más de 300 sacerdotes./@JudithTorrea
En la homilía comparó a Juárez con Nínive, la capital de Asiria (cercana a la actual Mosul, en Irak), el reino más poderoso del mundo en el año VIII antes de Cristo. "Una ciudad que se estaba autodestruyendo fruto de la opresión, de la violencia y de la injusticia", y a la que el profeta Jonás fue enviado para alertar de lo que pudiera ocurrir y se salvaron.

Como él, el Papa llegó a una ciudad dolor que fue considerada la más peligrosa del mundo. Donde no se han solucionado las causas que la provocaron. Continúan los asesinatos, aunque en menor medida, y las desapariciones. Sufre todas las consecuencias de la llamada guerra contra el narco en un clima de impunidad, que dejó más de 11 mil personas asesinadas en cinco años y más de 14 mil niños huérfanos; realidades que las autoridades olvidan en su propósito de cambiar la imagen de la ciudad antes que su realidad:http://juarezenlasombra.blogspot.mx/2016/02/borran-cruces-simbolo-del-feminicidio-o.html

Francisco señaló que la injusticia se radicaliza entre los más jóvenes, que se convierten en carne de cañón perseguida cuando tratan de salir de la espiral de violencia.

 El tema central de su homilía fue la inmigración, como problema global.

"No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas".

"Esta crisis que puede medirse en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias".
"Son la pobreza y la violencia -del narcotráfico del crimen organizado- las que expulsan a hombres y a mujeres".
"Los vacíos legales tienen una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres".

"Esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio del tráfico humano".  "!Y qué decir de tantas mujeres a quienes les han arrebatado el don de la vida".

En una ciudad que sufre las desapariciones de niñas pobres y feminicidios desde hace veintiún años, éste fue el único momento a las que se refirió a esta tragedia, junto con otro en el que nombró la palabra "desaparecidos": una realidad que los tres niveles de gobierno ha querido ocultar durante décadas pero que revivió al cuestionarse internacionalmente a las autoridades mexicanas por la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa (Guerrero), que forman parte de la cifra oficial de 27 mil 659 desaparecidos desde el 2007 hasta diciembre del 2015, según datos oficiales. Las cifras de diversas organizaciones quintuplican esta cifra.

Fieles participando en la misa del Papa Francisco en Juárez. Al fondo, la montaña de El Paso, Texas./@JudithTorrea
Anita Cuéllar "esperaba mucho más, la verdad". Al menos, unas frases más.

"En lo espiritual me deja satisfecha sólo el hecho de haber estado ahí. Me tocó comulgar. Se esperaba que les diera un buen jalón de orejas al gobierno para que ponga fin a lo que ha pasado", afirma la mamá de Jessica Ivonne Padilla Cuéllar, desaparecida a los 16 años.

"A mi la fe no la fortaleció mucho mi Papa. Me quedo con lo que yo soy, pero sí hay algunas personas que no tienen esa fe tan arraigada, salieron diciendo que no sirve de mucho esta visita. Todo el mundo (las víctimas) esperaba que fuera más contundente con la realidad de desapariciones, asesinatos y feminicidios que estamos viviendo en Juárez. Al Papa le faltaron agallas, ganas o no lo dejaron en Juárez", recalca.

Anita sintió que el Papa "estuvo controlado por el político, donde ni siquiera el Papa, que es la máxima autoridad espiritual sobre la tierra, pudo Ciudad Juárez respetar. Fue prácticamente un fraude. Porque lo manipuló una vez más el gobierno, donde les quitó este espacio a personas víctimas de violencia".


Silvia, mamá de Fabiola Janeth Valenzuela Banda desde el espacio que le asignaron para seguir la misa./@CortesíaMamás

Silvia es la mamá de Fabiola Janeth Valenzuela Banda, desaparecida a los 18 años de edad un 23 de agosto de 2010. Tiene 42 años y es madre de cinco hijos. Las autoridades le entregaron hace cuatro años unos huesos que nunca vio. Pide una exhumación porque siente que lo que enterró no es su hija y madre de su nieto (como les ha sucedido a otras mamás de desaparecidas, que recibieron huesos pensando que eran los de su hija, pero no era).

"A veces pienso que estoy pecando, diciendo lo que siento,  que no fue como en Morelia o en Chiapas. En Juárez pasó bien recio, hubo pasillos donde él pudo saludarnos, darnos la mano y no lo hizo. Las palabras fueron muy bonitas escucharlas y en sí no nos dijo una palabra de aliento para nosotras. Habló y pluralizó todo, y tal vez yo sentí mal, que nos iba a dar un mensaje una bendición para darnos más aliento y seguir esperando".

"Si el Papa se prestó, entonces ¿a quién recurrimos, si no es a él a quién siempre le pedimos, le rezamos? ¿Por qué con los presos (además de los políticos) sí tuvo tiempo de saludarlos? Algo pasó en Juárez, tal vez algo le hayan dicho. Quizá estaba esperando a que nosotras nos levantáramos e hiciéramos algo, y por respeto no quisimos".

Varias mamás, al menos cinco, tuvieron menos suerte que ellas, como miles de personas que se quedaron sin poder acceder a pesar de poseer los boletos que se habían distribuido gratuitamente por las iglesias. Y ni tan siquiera pudieron entrar al recinto donde se celebraba la misa. A pesar de que acudieron para las 11 de la mañana al recinto, sus asientos estaban ocupados. En la zona roja C3, un agente señaló que el gobierno había duplicado los boletos, mientras al menos trescientas se quedaron sin acceder por aquel acceso.

"Vine con esperanza, no más esperando la bendición y pedirle fuerza. No puede ser que el gobierno no nos permita el acceso a nuestra fe", comenta Marta, mamá de la pequeña Esmeralda Castillo Rincón, desaparecida a los 14 años de edad, el 19 de mayo de 2009.

Estaba acompañada de su esposo José Luis, que el día anterior se manifestó silenciosamente delante del gobernador César Duarte, que participaba en un evento donde se presentaba un documental para mostrar la recuperación de Juárez ante la prensa, entre otras autoridades. El suceso no fue noticia en los diarios locales, a pesar de que estaban presentes. (http://juarezenlasombra.blogspot.mx/2016/02/la-guerra-en-juarez-por-el-papa.html).

"Aunque no pude entrar, me hubiera gustado que el Santo Padre hubiera saludado a alguna de las víctimas de la violencia", afirma el papá de Esmeralda Castillo.


Luz María Dávila, en el centro, esperando a que pasara el Papa junto a varias madres de estudiantes asesinados en la masacre de Villas de Salvárcar/@FotoJudithTorrea

Luz María Dávila perdió a José Luis Piña, de 16 años junto a Marcos, de 19 que trabaja con ella en la maquila y en las tardes estudiaba Relaciones Internacionales en la universidad. Son sus dos únicos hijos, enterrados en dos ataúdes: aesinados el 30 de enero de 2010 en la masacre de Villas de Salvárcar, donde murieron 15 personas, la mayoría estudiantes:  http://juarezenlasombra.blogspot.mx/2010/02/velatorio-de-dos-hermanos-dos-primos-16.html

La mujer que explotó su dolor ante al ahora ex presidente Felipe Calderón, reclamándole su guerra contra el narcotráfico y le pidió que se disculpara por llamar a sus hijos pandilleros, llegó a las 9 de la mañana al recinto donde se iba a celebrar la misa. Lo hizo en un vehículo de la Fiscalía junto con su esposo, y unos 30 familiares de la masacre.

Aunque les dieron boletos para la zona roja B2, bastante más adelante que las mamás de las desaparecidas, aún así para ellos era complicado divisar al Papa en la misa.  

 "Ahí donde estaban los políticos, íbamos a estar nosotros. Yo sé que enfrente estuvieron las esposas de los políticos y los hijos. Yo sentí que hicieron menos a uno, y el Papa vino a lo que vino y siento que no lo dejaron. Según esto el Papa no quería políticos enfrente".

"El Papa no habló de las víctimas. Siento muchos sentimientos encontrados. La homilía fue muy ligera. Le faltó mucho al Papa: acercarse más a la gente, como lo hizo en Chiapas, en Michoacan. Me hubiera gustado saludarlo de la mano, recibir su bendición", agregó.

"Aunque ellos quieren cambiar la imagen de Juárez, que no pasa nada, nunca va a ser así, porque todo se refleja. ¿Cuándo se va a acabar la violencia? nunca mientras haya políticos que manden a a la fregada a la gente. Por eso Juárez está como está". 

Cuando el sol de Juaritos comenzó a jugar con los colores del cielo, el Papa Francisco, el jesuita y argentino Jorge Mario Bergoglio, recitó el poema Hermandad del escritor mexicano Octavio Paz.  Para después decir: 

"Me atrevo a sugerir que aquello que nos deletrea y nos marca el camino es la presencia misteriosa pero real de Dios en la carne concreta de todas las personas, especialmente de las más pobres y necesitadas de México. La noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza".

El atardecer sonríe juguetón a los naranjas, ocres y rojizos, bajo la mirada de una luna que se asoma. Cuando miles comienzan su periplo para ver cómo regresan a sus casas, con el peso de su dolor y sus ausencias, recuerdo la frase de Francisco, más pastor que profeta, más humano: 

"Sentí ganas de llorar al ver tanta esperanza en un pueblo tan sufrido".  

Es lo que siento en mi Juaritos, tan sabia. La que me inspira.

Ahora habrá que ver si, especialmente, los políticos y los empresarios tomaron nota o si sólo se acercaron a Francisco para tomarse la foto con un Papa.

martes, 16 de febrero de 2016

Borran cruces símbolo del feminicidio o la "guerra" para que el Papa Francisco sepa o no sepa lo qué está pasando en Ciudad Juárez




Las cruces del feminicidio que fueron borradas por empleados del municipio. En la foto, todavía con pintura fresca hacia las 8:40 de mañana de hoy martes 16 de febrero./ JudithTorrea 

La "guerra" para que el Papa Francisco sepa o no sepa qué está pasando en Ciudad Juárez se intensificó en la víspera de su llegada, incluso en simbólicas acciones que denotan una realidad compleja y brutal.

Esta mañana, los empleados municipales del servicio de pintura de Ciudad Juárez tuvieron una nueva prioridad. Tras unas semanas intensas de trabajo -para dar una manita de gato a las calles por las que pasará el Papa Francisco y los más de mil seiscientos periodistas que cubrirán la esperanzadora visita- tuvieron que asumir una nueva carga y prioritaria para las autoridades: borrar unas cruces negras en fondo rosa -símbolo de los feminicidios de niñas y jovencitas en Juárez- y que mamás pintaron ayer bajo la intimidación de policías municipales que les tomaron fotos y les pedían sus nombres.

Pasaditas las ocho y media de la mañana, unos cuatro o cinco trabajadores de mediana edad se encaramaron en un troquita vieja blanca, tipo chevrolet, con botes de pintura, tras cubrir con pintura roja o gris las cruces.

Ahora, sobre la avenida Tecnológico, a la altura de la Iglesia de San Sebastián -que estos días cobija a más de cien soldados- hay cruces borradas con pintura, algunas con pintura roja, como el horror de la sangre que tiñe la indiferencia de veintiún años de desapariciones de niñas y feminicidios en Juárez.

La guerra entre las autoridades, empresarios y una iglesia católica cercana al poder -decididos en cambiar la imagen de la ciudad, pero no la realidad que la provoca- y las personas con menos recursos económicos que la sufren. 

Juárez ha pasado de ser la ciudad más peligrosa del mundo -durante la llamada guerra contra el narco del ahora ex presidente Felipe Calderón- a convertirse en la ciudad dolor: de más de 14 mil niños huérfanos que corren el riesgo de convertirse en los sicarios del futuro, de familias que intentan sobrevivir a las más de 11 mil personas asesinadas en cinco años, entre los padres de niñas pobres desaparecidas que siguen buscando a sus hijas en la indiferencia de una sociedad, que tras veintiún años de feminicidios han pasado a ser parte del paisaje irremediable.

Lo único que parece no haber cambiado tras la llamada guerra contra el narco en esta ciudad, de oficialmente un millón 300 mil habitantes, es que Juárez sigue siendo el principal cruce de drogas hacia Estados Unidos, además de la impunidad en el 97 por ciento de los crímenes, la corrupción y la desigualdad social.
Juaritos es la de los atardeceres mágicos como sus gentes chambeadoras, soñadoras y alegres.
Desde los años 70, es también paradigma del capitalismo, de empresas maquiladoras de capital extranjero que crean la riqueza del primer mundo a precios del tercero, donde el ser humano deja de ser un ser para convertirse en un trabajador sin derechos.

Con operarios que viven en un círculo de pobreza a pesar de tener un trabajo, en una ciudad donde el transporte público es pésimo y casi inexistente, donde el 40 por ciento de las calles son de arena del desierto, y el alumbrado público sigue siendo un lujo aún por las zonas donde desaparecen niñas, y apenitas hay secundarias en las colonias más pobres.


@JudithTorrea


@JudithTorrea


Cuando mañana miércoles 17 de febrero el Papa Francisco pase por esta avenida quizá alcance a ver una cruz negra sobre fondo rosa en un poste amarillo. Es la huella que, por el momento, queda intacta porque los trabajadores del municipio carecían de este color de pintura para pintar el poste. Y el grito de los padres de desaparecidas al Papa Francisco, que buscaron entrevistarse con él. La misa la seguirán en la última fila preparada con sillas, la zona roja C3, del altar preparado en la antigua feria de Juárez, ahora llamado "El Punto", a unos metros del Río Bravo, en México, el Río Grande en Estados Unidos.


@JudithTorrea



En la tarde, tomé esta foto que expresa dos visiones opuestas de una misma realidad. En primer plano, el gobernador del estado de Chihuahua, César Duarte (PRI). El señor con la manta rosa es José Luis, el padre de Esmeralda Castillo Rincón, que desapareció a los 14 años de edad, un 19 de mayo de 2009.
En primera fila, las máximas autoridades del estado, desde el alcalde hasta el fiscal, pasando por empresarios.


El padre de Esmeralda Castillo Rincón, desaparecida a los 14 años, en Ciudad Juárez irrumpió silenciosamente en el discurso del gobernador de Chihuahua, César Duarte, tras la proyección de un documental sobre la recuperación de la ciudad donde no se mostraba la existencia de niñas desaparecidas ni feminicidios./Foto:@JudithTorrea


José Luis, padre de una niña desaparecida, intentó que su hija Esmeralda Castillo Rincón fuera visible en una protesta silenciosa mientras el gobernador realizaba un discurso. El papá nos contó, a periodistas acreditados en el centro Cibeles por la visita del Papa Francisco, que decidió irrumpir en el evento porque en un documental que se mostró sobre la situación actual de Juárez ni se había nombrado la desaparición de niñas  jovencitas, ni los feminicidios.

El documental "Juárez, la sociedad que respondió ante la ciudad más peligrosa del mundo" dirigido por el chihuahuense Jairo Sifuentes y financiado por el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (FICOSEC), formado por empresarios, mostraba que la recuperación de Juárez, con un descenso de los crímenes tras la guerra contra el narco, había sido lograda por la participación de la Mesa de Seguridad, que reunió a miembros de la sociedad civil, en su mayoría destacados empresarios y profesionistas, para buscar soluciones conjuntas. Y desechaba la convicción extendida que se finalizó la brutal violencia porque el Cártel de Sinaloa ganó la plaza al de Juárez, con la complicidad de las autoridades.

El evento finalizó bruscamente tras la intervención del gobernador. Las autoridades se fueron de estampida, mientras los periodistas hablábamos con el padre de una niña desaparecida que ayer pintó las cruces borradas.

La presentación tan esperada por las autoridades y empresarios, para mostrar que Juárez Vive (el lema del gobernador) fue arruinada por la realidad.


Agentes de la policía municipal insistieron en saber los nombres de los padres que pintaron el lunes cruces de feminicidio. /@JudithTorrea
Las cruces que hoy fueron tapadas con pintura roja o plateada, fueron pintadas ayer por madres y activistas./@JudithTorrea