sábado, 24 de diciembre de 2011

Noche de dolor, recuerdo y rabia (al escuchar el mensaje navideño del presidente Calderón): Luz María Dávila con sus dos hijos asesinados



















Convive con la sombra de los ataúdes de sus dos únicos hijos a los que recuerda todos los días: en féretros situados a la izquierda y a la derecha del refrigerador. Como si fueran hoy sus velorios por la masacre estudiantil de Villas de Salvárcar donde fueron asesinadas 15 personas hace casi dos años.

Luz María Dávila está sola. Esperando que su esposo finalice su turno a las 10 de la noche de la fábrica maquiladora en la que trabajan. Para prepararle algo para cenar y dormir prontito: para olvidar que es Nochebuena. La casita está fría. El calentón no funciona. Afuera, está la nieve helada.

Televisión prendida: de pronto, el presidente de México Felipe Calderón aparece con esposa y sus tres hijos, rodeado de niños de albergues, sonrientes para dar su mensaje navideño. El presidente dice que esta temporada es la apropiada para expresarle a la familia cuánto nos importa y cuánto la queremos. También, afirma que la Navidad es un momento propicio para reflexionar sobre lo realizado en el año y lo que se hará en el próximo.

Y Luz María Dávila, la mujer pequeñita de estatura y tímida, vomita su dolor e impotencia. Como lo hizo en una visita oficial del Presidente Calderón el 11 de febrero del 2010 tras el asesinato de sus pequeños en la que interrumpió una reunión para exigirle que pidiera disculpas porque sus hijos no eran unos pandilleros, como el presidente justificó sus muertes.

"El es el que tiene que reflexionar por qué empezó su guerra. Qué tiene uno qué reflexionar nosotras, las mamás, que hemos perdido hijos. Si él hubiera perdido a un hijo, que es lo más importante, te apuesto que pensaría muy diferente. Me gustaría qué se pusiera en los zapatos de cada uno de nosotros, lo sentiría uno más humano".

"El señor Calderón manda su mensaje de Navidad y qué ganas con escucharlo. No tengo a los míos. No me alivia nada él".

Dolor soledad: el que sobrevive a las familias de los asesinados. Rabia de una madre: en una casita sin adornos de Navidad. Sin nada que recuerde esta fecha, antes alegre, llena de vida. Y piensa en ese próximo año al que el presidente Calderón se refiere.

"Mientras siga adelante con la presidencia para que se mejore va a estar en chino. Hay días que baja todo esto de las ejecuciones y luego que vuelven a aumentar, pues aunque digan lo que digan desde que entró Calderón todo esto comenzó. Antes de que él empezara, yo sentía una esperanza por él, nunca imaginé que él iba a empeorar todo esto".

Luz María realiza su diagnóstico de la situación que vive Juárez, su México. La mamá huérfana de sus dos únicos hijos: José Luis Piña, estudiante de preparatoria de 16 años. Y Marcos Piña, de 19 años, con el que trabajaba en la misma maquiladora de la que él se dirigía a estudiar Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

"Los mugres políticos sólo se la viven en puro aumento de los productos básicos. Y ellos, cuánto agarran de dinero cada mes y cuántos no tienen ni siquiera para unos frijoles. Hay tantos ninis, sin escuela, sin trabajo y los políticos no se ponen las pilas para buscarles escuelas, y los jóvenes acaban en la droga. Pero el narcotráfico no es de apenas, es de años y quieren tapar el sol con un dedo. El Chapo se escapó de una cárcel de maxima seguridad con Fox, cómo se les pudo haber escapado. Desgraciadamente no hay ley en los tres niveles de gobierno y los asesinos se reproducen con la impunidad y la corrupción. Y a nuestros jóvenes pobres los asesinan".

El mensaje navideño del presidente Calderón finaliza sin ninguna palabra de recuerdo para las familias de los más de 60 mil personas asesinadas en México (casi 10 mil en Juárez) desde que comenzó su llamada guerra contra el narcotráfico, ni de los 15 mil niños huérfanos en Juárez, ni de los desplazados, secuestrados, extorsionados.

Sólo felicita y desea muchísima alegría. Y convoca "a renovar nuestra fuerza y nuestra pasión para sembrar la semilla de un México mejor, un México más seguro, más justo y más próspero". Lo hace rodeado de su familia y de niños que viven en instituciones.

Y Luz María Dávila ya no puede más. Hay palabras que duelen, más aún en Navidad. Cuando ya perdiste todo y la Nochebuena se convierte en Nochemala en una Juaritos que agoniza de dolor.

"¿Cuántos niños han quedado solos por esta situación de guerra? El debería de ver esto. El es el culpable. Sus mensajes no me interesan".

viernes, 23 de diciembre de 2011

Esperándola el día de su 21 cumpleaños: Mónica Janeth Alanis Esparza (desaparecida en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez)















A estas horas, Mónica Janeth Alanis Esparza no ha aparecido. Su cumpleaños está a punto de finalizar. Pero aún le quedan al día dos horas: Olga y Ricardo, sus padres, recuerdan que Moni nació casi el día de la Nochebuena. Y que su pequeña llegó como un regalo de Navidad.

Los tamales de chile colorado y de dulce la esperan, también un pastel: como desde hace tres cumpleaños. Porque la estudiante Mónica Janeth desapareció un 26 de marzo del 2009 de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, tras asistir a una de sus clases del segundo semestre de Administración de Empresas. Tenía 18 años.

Afuerita de la casita de la familia Alanis Esparza hace frío. La nieve que cayó durante la mañana de hoy cubre la tierra. La temperatura está descendiendo y el agua del pavimento se va convirtiendo en hielo. Dentro, la espera:

"Estoy nerviosa, angustiada y a la vez con muchos recuerdos", dice Olga Esparza, la mamá de Mónica Janeth. "Ella nació a las 11 de la noche, a estas horas estaba todavía con mi pancita, estaba en el hospital del Seguro Social y todavía no nacía. Siento el vacío de que no está aquí conmigo. Quisiera abrazarla, como este día que ha nevado , haberla tenido aquí en mi recámara, estar abrazadas las dos, disfrutando de ver la televisión. Pues es muy triste hablar y recordar este día, más que otros días. Es el nacimiento de ella".

Hoy prefirió quedarse en la casa. No salir a protestar, como tantas otras veces. La última vez, hace una semana, en el primer aniversario del asesinato de Marisela Escobedo, la mamá de Rubí, también asesinada. Compañera también de su búsqueda.

"En este día uno se quiere aislar pero uno tiene en la mente a su hija. Todo este caminar y protestas es cansado para uno. Ni siquiera una llamadita, como me preguntaba un familiar, no sabemos nada. A veces pienso que es una pesadilla, que es un sueño, que no quiero despertar. Y es lo contrario: si estoy dormida y sueño a mi hija no quiero despertar, quiero seguir ahí. Nadie me entendería. Sí me entienden las mamás que son las únicas, ellas son las que sienten el dolor que tiene uno".

Dolor en un rostro que sonríe con Candy: la perrita de Mónica Janeth que juega con los seis cachorritos que apenitas acaba de tener. Canelo, Negrito y Firulais son los nombres que eligieron ayer unos niños al verlos y que la mamá de Moni accedió gustosa a ponérselos. Los otros tres no tienen nombres todavía. Como tampoco encuentra palabras para definir lo que siente por las autoridades:

"Al principio yo tenía una fe, una ignorancia, que las autoridades me iban a entregar a mi hija. Nunca pensé que pasara el tiempo así. Les diría que la desaparición fuera un delito para que de verdad hicieran algo. Delito es la trata de personas, el secuestro. Por eso se siguen desapareciendo las jovencitas, porque esas personas que tienen a nuestras hijas saben que la autoridad no va a hacer nada. Dicen que aquí en México no hay esclavitud, pero esta es una forma de esclavitud. Un secuestro es por una semana, por un mes, las desapariciones, años".

Ahora a Olga Esparza y a su esposo Ricardo Alanis sólo les queda pedir a la ciudadanía que les ayuden "a abrazarla".

"Estamos con la ilusión de que aparezca Moni. Desde la noche de ayer despierta él y sale fuera para ver si llega mi hija. Tenemos mucha esperanza porque nosostros sabemos que mi Dios es quien me la cuida y sabemos que él me la va a traer".

******El día está relativamente tranquilo. Por ahora, un asesinato de un adolescente en la Colonia Tierra Nueva: Jorge Alvarado Real, convertido en cadáver a sus 17 años de edad, y otro joven se encuentra gravemente herido.
Y la noticia (desapercibida) de que Jessica Terrazas, que desapareció el 20 de diciembre del pasado año, fue encontrada: muerta. Estaba en el Servicio Médico Forense (Semefo) mientras su familia la buscaba. Como otras cuatro jovencitas desaparecidas, sus cadáveres no aparecen ahora en terrenos baldíos o un campo algodonero (como ocurrió hace 10 años) donde la noticia da la vuelta al mundo (al igual que la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra México), sino que éstos surgen poco a poco. Aparecen en el Semefo, tras meses sin identificarlas, en una trama donde la indiferencia de las autoridades y su complicidad es obvia. Como desde hace casi 20 años. Pero ahora con la fuerza de la impunidad, de los abogados y activistas asesinados. Por pedir justicia. Con más amenazas.

*En la foto que tomé para vosotros, mis geniales lectores, podéis ver a Olga Esparza con la foto de su hija Mónica Janeth Alanis Esparza celebrando su cumpleaños cuando era una niña. Al fondo, un árbol de Navidad que pide que Moni regrese.

****Aquí tenéis el mensaje de los padres de Mónica Janeth Alanis Esparza para que tú también les ayudes a abrazar pronto a su hija:

Nosotros la familia de Monica Janeth Alanis Esparza, enviamos este mensaje
ya que el día 23 de diciembre es su cumpleaños número 21. Ella es estudiante de la universidad (UACJ).
Las autoridades no han respondido en este camino tan árduo y doloroso. Yo te invito
a que me ayudes a abrazar a mi hija, si alguna persona tiene conocimiento de su paradero
les pido de favor me hagan saber por éste o algún otro medio. NO TENGAN MIEDO.

Que ya como familia nosotros lo que deseamos es sólo volver a verla. Ella nació un día antes

de Navidad. Fue un regalo de la vida y hoy pido un regalo de Dios y de tu ayuda, para

que este 24 esté mi hija conmigo y así mismo deseo las hijas de todos aquellos que tengan

hijas desaparecidas, ya que como dice el lema de nuestro Comité de Madres de Jóvenes Desaparecidas

"NO MAS JOVENES DESAPARECIDAS, NO MAS LAGRIMAS DE UNA MADRE"

Por eso te pido a ti, que eres madre o padre y hermano que me ayudes a abrazar a mi hija.

Te pido una oración para que mi hija regrese y por favor envíes este mensaje a tus conocidos.
Gracias y les deseamos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo:

Gracias señor

por todo lo que me diste este año.

Gracias por los días de sol y los nublados tristes.

Gracias por las noches tranquilas y por las inquietas horas oscuras.

Gracias por la salud y la enfermedad.

Gracias por las penas y las alegrías.

Gracias por todo lo que me prestaste y después me pediste.
Gracias por la sonrisa amorosa y la mano amiga.
Por el amor y todo lo hermoso y dulce, por las flores, las estrellas,

los niños y las almas buenas.

Gracias por la soledad, por el trabajo, por las dificultades y lágrimas.
Gracias por todo aquello que me acercó más a ti.

Y que Dios los bendiga a todos.