miércoles, 31 de agosto de 2011

Cómo sobrevivir siete semanas con tu hija desaparecida















Las siete semanas han pasado, con sus días: eternos, sin noticias de su paradero: sin ella. Converso con Lucy, la mamá de Nancy Navarro de 18 años. Me preguntó cómo se puede sobrevivir a la agonía de la espera. Y hacerlo con una sonrisa:

He aprendido muchas cosas,
a enfrentar una cosa que no estaba preparada: la desaparición de mi hija. He aprendido a querer más a mis hijos, a apapacharlos, a disfrutar más a mi nieta (la bebita de Nancy). Es algo bien duro.

De las autoridades he aprendido que no hacen nada; que por más que le de uno datos, ellos no sé... no entiendo su trabajo en realidad. Ellos le dan a uno largas y le empiezan a decir cosas para que una se sienta mal.

Acaba de regresar de la zona centro de Ciudad Juárez, de donde desapareció su hija un 13 de julio cuando se dirigía a buscar trabajo. Al pasar por la Casa de Huéspedes El Refugio donde se ejerce la prostitución abiertamente (y con frecuencia hay unidades de la Policía Federal) se pregunta si su hija estará en unos de esos lugares que surgen libremente por las calles de Juaritos. En este hotel amarillo, que por fuera parece que se cae, una mujer fue asesinada el pasado 15 de julio y diez días más tarde se encontró a una adolescente desaparecida, de 15 años. La actividad lucrativa sigue igual: en la impunidad de la indiferencia.

Yo trato de entenderlas (a las prostitutas), que también ellas pueden estar amenazadas. Mi niño me pregunta qué haría si viera a Nancy (en esos lugares). Yo me metía y la jalaba.

-¿Qué es lo peor de esta búsqueda?, pregunto a Lucy.

-No sabes en quién confiar. Sólo en Dios y en una persona que ayude a escapar a mi hija, porque las autoridades, no. Mi Nancita está bien flaquita, bien bonita, ojos claritos color miel... muy bonitos. Su cara bien blanca. De repente me ataca la incertidumbre de cómo estará soportando, dónde estara. Es bien nerviosa. Se rascaba la piel hasta hacerse costras, le picaban mucho los zancudos.

Aquí estoy, tratándole de echar ganas.

**** En la foto podéis ver a Lucy en el puesto de venta de hamburguesas de sus sobrinos que al cerrar sus ventanas se convierte en un grito de justicia para encontrarla: como tantos otros de familias que llevan buscando a sus hijas desaparecidas desde hace dieciocho años.

El mes de agosto se acabó, pero no el horror. 119 personas fueron asesinadas en Juárez, el mes menos violento de un año en el que llevamos 1.425, por el momento. En el 2008: 1.623 menos. En el 2009: 2.754. En el 2010: 3.111. Y antes de que comenzara la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón los asesinados en todo el año de 2007 en la ciudad fueron 307 (una cifra, con nombres y apellidos, que ahora se supera muchas veces en un solo mes).

miércoles, 10 de agosto de 2011

Una pista pero las autoridades no hacen su chamba: 4 semanas con Nancy Navarro desaparecida
















Lucy trabajó durante un año en una fábrica maquiladora para que su hija Nancy Navarro tuviera su quinceañera: un mundo de ensueño (al menos por un día) en la colonia Francisco I. Madero, una de las más pobres de Juárez y azotada por la violencia de la llamada guerra contra el narco: siete jóvenes asesinados en enero y tres más en julio en el mismo campo de fútbol. Y centenares más en las calles.

A Nancy le gustaba mirar una foto que se encuentra en la sala de su casa, presumir de ella: ese día tuvo 14 damas más el chambelán.
Ahora quien la mira todos los días es su mamá Lucy y, después de tomar fuerzas, se acerca con la bebita de Nancy, de un año y cuatro meses, para que ésta no sienta tanto su ausencia. Lo hace desde hace cuatro semanas: desde que desapareció su hija mayor, de 18:

"Siento morirme, (las autoridades) no nos dan nada de respuestas. Hacen pensar que ellos tienen que ver en las desapariciones de jovencitas, por eso no hacen nada", me dice Lucy Muñoz, la mamá de Nancy.

Hace dos semanas la mamá de Nancy tuvo una gran pista. No quise contarla con detalle para no entorpecer las investigaciones. Pero hasta el día de hoy todavía las autoridades -según sus palabras a la familia- no la han rastreado porque hay que seguir un protocolo. Quizá esa pista hubiera ayudado a encontrar a Nancy. O puede ayudar todavía a encontarla si es que deciden, de una vez, a hacer su chamba: a buscarla. Como también a otras jovencitas que han desaparecido en Juárez en estos últimos dieciocho años.

Aquel miércoles 13 de julio Lucy y Nancy disfrutaron de una salsa con chorizo en tortillas de harina. Nancy las acompañó con una coca-cola. Se arregló y dejó encargada a su bebita para ir a buscar trabajo en las tiendas del centro de Ciudad Juárez. Desde ese día no ha habido más de su desayuno favorito en la casa. Lo habrá cuando regrese:

"No sabe cómo añoro ese momento cuando tenga a mi hija abrazándola y diciéndole cuánto la quiero y que nunca la voy a dejar sola, y voy a estar con ella donde quiera que ande", asegura la mamá de Nancy: y al hacerlo vuelve a sonreír.

****FOTO: aquí puedes ver a Lucy, la mamá de Nancy Navarro, acariciando la foto de su hija, engalanada para celebrar sus 15 años. Las fotos le acompañan en la agonía de la espera.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Cumple 14 años y busca a su hermana Nancy Navarro: desaparecida hace tres semanas



























Su cumpleaños número 14 pasa inadvertido entre la agonía de la espera. Su mamá saca fuerzas para cocinarle un pollo en mole y arroz, como algo especial, pero sólo para él: no hay fiesta con sus amiguitos.

- "¿Y si Nancy fuera mi regalo?", le dice José Adrián a su mamá en su cumpleños.

En cambio, el pequeño sale a las calles con su familia, amigos y vecinos, con unas pesquisas con la foto de su hermana mayor. Como otro día más desde hace tres semanas, para buscar a Nancy Navarro, de 18 años. Desaparecida.

"Nancy no hallaba ni qué regalarle a sus hermanos. Si mi hija estuviera, le hubiera comprado una playera, pirata, de marca. Como todos los pobres, compramos lo pirata", explica Lucy Muñoz, la mamá.

De Nancy no hay ninguna pista. Es como si hubiera caído en una trampa cuando fue a buscar trabajo el 13 de julio en la zona centro de Ciudad Juárez, una de las más vigiladas de la ciudad.

Las autoridades le dicen a su mamá que "siguen trabajando día y noche". Pero ella quisiera más eficacia, más inteligencia en la búsqueda, en una ciudad con gran experiencia en desapariciones de muchachas: dieciocho años de misterios sin resolver.

Cada día que pasa, la espera se hace más eterna. Y con velas, rezos, intenta "ablandar el corazón" de quien la tiene cautiva. También de las autoridades para que sientan que Nancy puede ser su hija y la busquen como si se tratara de una joven con recursos económicos.

El alcalde Teto Murguía (PRI) le prometió hace dos semanas que le ayudaría a buscarla. "Pero que no más contaba con 300 policías y que para encontrarla necesitaba muchos más", recuerda Lucy. Pero que "con volantines y pancartas, cuenten con eso", subrayó el alcalde.

Pero ni han llegado los volantines y menos las pancartas. Es más, una de las pancartas que pudo realizar Lucy con donaciones de amigos y vecinos, y que trabajadores de Obras Públicas de la alcaldía la tomaron mientras realizaban una protesta en la Presidencia Municipal, no aparece por ningún lugar visible de Juaritos. Ellos prometieron que la iban a colocar.

En la habitación de Nancy hay muñecos de peluche que la esperan, un ángel de la guarda y su bebita de un año y tres meses. Desde el domingo, la pequeña Briana camina como una pingüinita. Y dice constantemente: "Nan, Nan, Nan" (por Nancy). Su mamá se perdió sus primeros pasos.

-"A ver si me invita a mole un día", me despido.

- "Cuando quieras, Judith. Ahora que aparezca mi hija".


*FOTO: Aquí puedes ver a Lucy, la mamá de Nancy, rezando en el altar improvisado desde la desaparición de su hija. Desde hace tres semanas la cama de Nancy Navarro está vacía.