domingo, 24 de enero de 2010

De soñar a ser superman, a ser soldado


Desde pequeño siempre soñó en ser superman. Ahora lo es. A su manera. Tiene un arma que se desliza por la mitad de su cuerpo, enfundado en un uniforme de soldado que le da una cierta hombría a su cara de niño bueno. También tiene 20 años.

Nació en un rancho del estado de Guerrero. Su madre crió sola a los seis hermanos. Hubo días en los que no había ni para frijolitos. Para llegar hasta la escuela había que caminar unas dos horas.

A los 12 años de edad, un día vinieron a la escuela para ofrecerle un futuro de color más o menos verde, como el de la esperanza. Les hablaron de los beneficios de ser miembros del Ejército mexicano y él, como muchos de sus compañeros, comenzaron con la idea en la cabeza. A otros, los reclutó el narco. O el sueño americano.

El resto de los soldados a los que acompaño en un operativo por Ciudad Juárez dicen que decidieron serlo porque les gustaban las armas desde niños, la acción de las pelis gringas. Un soldado de allá, nada más cruzar el puente fronterizo hacia El Paso, hubiera contestado con gran probabilidad que lo hacía para servir a Estados Unidos.

Ahora duerme "como un perro". Y con sus manos hace los gestos para describirme la postura. Lo hace en una pequeña tienda de campaña que él mismo tuvo que comprar. Y que se encuentra en uno de los campamentos militares instalados en una antigua fábrica.

Es un chavo feliz. A esa hora en la que comienza a subir la adrenalina, con la velocidad en las unidades por las calles sin pavimentar y el polvo del desierto que se incrusta en la garganta en una noche alumbrada por una regordeta luna: parece ser que han descubierto una casa con droga. Hay varios vehículos afuera. Sospecha. Algunos con cristales polarizados. Aumenta la sospecha, según ellos. Invadimos la casa, como en la pelis, y al entrar vemos a un cadáver. Rodeado de mujeres, niños y mayores. Al muerto, lo están velando.

Y los soldados retroceden. Ni modo. La noche no ha hecho más que empezar.

***A los abusos de algunos de los más de 7 mil militares enviados por el presidente Calderón en la llamada guerra contra el narco, se suman ahora los de los federales que han pasado a tener el mando de la ahora llamada Operación Coordinada Chihuahua, según se acordó hace 9 días. Javier González Mocken que dirige la oficina municipal de quejas y denuncias contra los militares y federales explica que los que han denunciado esta situación son los dueños de bares y yonkes de carros. Todo comienza así: los federales llegan para solicitar una revisión del establecimiento en busca de armas y drogas, y al final, al no encontrar nada, les proponen que les den un dinerito o les siembran supuestas evidencias de droga.
Algunos "hombres vestidos de negro" pueden estar haciéndonse de oro. Porque no todos se atreven a denunciar las extorsiones: el gran negocio en la ciudad sin ley, mientras a la ciudadanía se la mata, secuestra o extorsiona bajo el imperio de la impunidad en una Juaritos militarizada.

ULTIMA HORA/domingo 1 de la tarde: Acaban de avisarme que el Ejército está queriendo entrar a la casa del activista Gero Fong Ronquillo, quizá el activista más visible contra la militarización en Ciudad Juárez. Ayer sábado organizaron una protesta cultural en la colonia Riveras del Bravo para exigir al Presidente Calderón que renuncie por su actuación en Ciudad Juárez, donde han sido asesinadas más de 4.400 personas desde que comenzó la llamada guerra contra el narco. Fong, de 35 años y programador de sistemas, de profesión, pide la orden de cateo a los soldados que están queriendo entrar en su casa, situada en la colonia obrera Alcázar, y al no tenerla, los soldados se van a buscarla. Unos 40 amigos de Fong se encuentran en la puerta de su casa para intentar reprimir la acción del Ejército, si es que llegan a implantar evidencias falsas. El evento de ayer contra la militarización fue organizado por la Asamblea Ciudadana Juarense, fundada por Gero Fong tras el asesinato del catedrático de sociología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Manuel Arroyo Galván, el 29 de mayo del 2009. "Es una posibilidad que sea una represalia por la acción de ayer", me dice Gero Fong en conversación teléfonica desde Nueva York donde me encuentro estos días. "Hace más de 2 semanas que mataron a la activista Josefina Reyes".

domingo, 17 de enero de 2010

Niños testigos de crímenes



*ESCENA UNO:

-"?Has soñado eso, Rolando, que te disparan por la espalda y te matan?", dice Erik tras ver su quinta ejecución.

El pequeño, de también 10 años de edad, mueve la cabeza para dar un sí.

Conversación entre dos niños. Tras una balacera: que ellos vieron. El cadáver está en el suelo. Llega la policía con el Ejército. Los federales. Colonia obrera Torres del Sur, de Juárez.
Erik da vueltas con su bicicleta por una de las calles pavimentadas. Rolando lo acompaña, caminando.

*ESCENA DOS:

-"Mi primo es el de sin cabeza", exclama orgullosa Cindy, de 8 años.

-"!No manches!!!! (no puede ser)", contestan al unísono el resto de los niños que la acompañan.

En el Paseo Trinufo de la República, una de las principales vías de la ciudad, varios niños se disputan el número de cadáveres que han visto. En sus horas de juego, recrean los instantes mortales, jugando a ser sicarios. Ahora están asistiendo en directo al espectáculo de la muerte. Varios carros, que iban rumbo a sus casas, se detienen.

*ESCENA TRES:

Colonia Salvárcar. Y el pequeño Juan, que apenas puede caminar y hablar a sus dos años de edad, está viendo su octavo cadáver. En los brazos de su mamá, de 19 años de edad.

"No hay nada qué hacer", razona con una sonrisa Claudia V.

Llegan los vecinos. Como si quisieran comprobar que el ¨muertito¨ no es nadie de su familia. Y se quedan viendo los detalles.

ANOTACION: Esta es una película real. Como sus consecuencias: la immunidad al dolor que crea una cultura más violenta, sangrienta y más joven, según expertos. En las escenas de los crímenes, al más estilo Hollywood, sólo faltan las palomitas de maíz. Para el público.
Ninguno de estos niños, testigos de los crímenes, pertenecen a los más de 10 mil huérfanos en Ciudad Juárez de la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente Calderón con el Ejército.

****Viernes 15 de enero: el gobierno de México anuncia que el Ejército ya no estará al mando de la Operación Conjunto Chihuahua, de la guerra contra el narco en el estado donde se encuentra la que es considerada la ciudad más violenta del mundo. Serán los policías federales. Lo hace tras una reunión binacional que comenzó el jueves en El Paso, Texas y Ciudad Juárez.
El Ejército continuará apoyando a la policía municipal en sus labores. No se anuncia ningún plan de inteligencia: igual que hace 21 meses cuando se inició en Juárez la llamada guerra contra el narco, con la que era la institución más respetada dentro de las fuerzas del orden y los muertos se dispararon: más de 4 mil 400.
Tampoco, se habla de si las quejas de Amnistía Internacional y otros organismos por la violación de derechos humanos de los militares estuvieron en la mesa de trabajo que llevó a cambiar de mando la Operación. Con desapariciones y muertos.
El gran cambio, el nombre. El nuevo es: Operación Coordinada Chihuahua. Y el nuevo coordinador estatal de la Operación: Vidal Díaz Leal Ochoa, que fue uno de los seis jefes policiacos de la Policía Federal Preventiva que fueron cesados, por su actuación en un suceso con un comando armado en Cananea, en el estado de Sonora, que provocó la muerte de 26 personas el 18 de mayo del 2007.
Los crímenes han bajado en estos días. Hemos pasado de entre 10 y 15 diarios, a unos 4, 6 y 2. La historia parece repetirse. Los cambios en las unidades del Ejército coinciden con el descenso de los crímenes. Hasta que todo vuelve a la normalidad de la muerte constante. Y el horror. Con sus gritos que golpean las entrañas de mi querida Juaritos.

viernes, 8 de enero de 2010

Muertos sin cabeza, manos y ojos: 18 asesinatos hoy

Lo que se siente al ver dos manos decapitadas con la sangre congelada no es nada chido. Pero para el resto de los metiches que admiran el espectáculo está a todo dar.

Viernes 8 de enero:

*6 de la tarde: colonia Tierra Nueva: dos brazos sostienen una cartulina con un mensaje a un metro de distancia del resto del cadáver. Envuelto en una cobija. Frente a una maquiladora.

*9 de la noche: Paseo del Portal y Paseo Campanario: una cabeza de un hombre con bigote irrumpe en su propio cadáver, envuelto en una manta.

No se las voy a dejar ver. Las imágenes de los cuerpos decapitados. Por lo menos, no aquí. Ni tampoco les voy a contar más detalles. Sólo quiero que piensen. En las manos sin brazos. En los ojos. En las cabezas sin cuerpos. Y, sobre todo, en los niños y en sus padres que asisten al espectáculo cotidiano de la muerte como si estuvieran en el cine. Viendo una película real. Espero que un día, cuando se conviertan inmunes al dolor, no encontrármelos cortando cabezas, para después dejarlas sin ojos. Y sin esas manos.

Rezaré a la virgencita de guadalupe o a San Calderón.

La publicidad del gobierno habla de los imaginados triunfos del Operativo Chihuhua contra las drogas, en desplegados que les deben de haber costado un ojo de la cara en El Diario de Juárez. Pero no hablan de lo que están creando. Ni de lo que han creado. Se les olvidó. Ni modo. Ni modito. ?El pueblo? que se vaya a la chingadera madre. Y que se congele con recibos del gas imposibles de pagar -con acuso de recibo a una de las familias más ricas de Juárez y de México-, que el pueblo se muera de hambre y cuando ya no pueda más, que inmigre a Gringolandia o que se meta en un negocio llamado narcotráfico o que explote. Que luego se le mata. Por todo lo que no se le dio.

Lo siento hoy sólo quiero gritar. Me parece que llevamos 18 asesinados hoy. Cómo duele esta ficticia guerra política contra el narcotráfico.
A las manos. Las cabezas. Los ojos ya no les duele nada. A los niños sí.

En la ciudad de Chihuahua, mañana sábado, César Duarte se convertirá el candidato oficial del PRI a la gobernatura del estado. Miles de seguidores de todo el estado estarán ahí, apoyándolo. De Teto Murguía, el candidato apoyado por empresarios poderosos de Ciudad Juárez, no se sabe nada. Pero al parecer, no está muy contento con la decisión. Como el Cártel de Juárez.

*Surrealismo: en el pago del impuesto del Predial las autoridades locales están pidiendo un donativo del 15 por ciento en concepto de seguridad pública. En la militarizada Juárez, la ciudad más peligrosa del mundo.

martes, 5 de enero de 2010

Mi suspiro culpable: él estaba vivo, 14 más no


Le llamé para saber si estaba vivo. Y contestó. Con apenas voz.
Escuché sirenas al otro lado del teléfono y mi suspiro culpable: el que sale de las entrañas revolucionadas ante la alegría de saber que no era él, pero que al final eran otros.

-"Soy Judith. ?Estás ahí....no?, pregunté.

-Afirmativo.... con uno de ellos estuve en un curso...., respondió el agente de la policía ministerial, una de mis fuentes. Casado y padre de familia, según me dijo.

Acababa de escuchar en el escáner que dos ministeriales habían sido acribillados en la refaccionaria Coronado, en el bulevard Oscar Flores y Ramón Rivera Lara, pasaditas la 1 de la tarde de hoy lunes 4 de enero, ya del año 2010. Pero, al parecer, dispuesto a ser tan mortífero como el 2009 y el 2008: como desde que comenzó la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón con el Ejército, donde el Cártel del Chapo Guzmán -sí, el mismo que salió misteriosamente de una prisión de alta seguridad con el recién estrenado partido del PAN en el poder presidencial de Vicente Fox- intenta hacerse con la codiciada plaza del Cártel de Juárez.

Los cadáveres, que ahora están rodeados por unas 25 patrullas de la Agencia Estatal Investigadora y varias mujeres en crisis nerviosa, son los de Carlos Alberto Gómez, de 23 años y Edder Germán Castillo Molina, de 25 años. Con cubículos en amarillo, las autoridades señalan los casquillos percutidos, uno por uno hasta contar 50 de los calibres 40 y 9 milímetros.

A su comandante Francisco Lazarín Nuñez le tocó pasar algo parecido hace menos de tres meses. Fue en el bar Pockets, entre el bulevar Oscar Flores y Zaragoza, donde fue ejecutado.

Los ministeriales pertenecían a la Unidad Especializada en Investigación del Delito de Robo:

***Para los que no estáis en mi Juaritos: investigar autos robados puede ser bien peligroso. La mayoría de los "eventos" -como dicen aquí a las ejecuciones- se cometen con vehículos robados, frecuentemente sin placas. A simple vista, si uno va manejando por una de las avenidas de Juárez, puede ver que uno de cada diez carros carece de matrículas. Resulta más barato y total, si te revisan, no te van a detener por no llevar placas. Eso no está contemplado en la ley. Y bueno, Juárez es la ciudad sin ley.

*En estos momentos hacer tu trabajo bien, como ser corrupto, es jugar con la muerte. Como en todo negocio, el narcotráfico necesita sus aliados en todos los frentes para chambear fluidamente y llevar la droga hasta los consumidores de la pacífica Gringolandia.
Y a los que están en el bando contrario recibiendo sobornos, se los elimina. Facilito: nadie va a investigar. Por muchas razones.
Así que mejor no seas pobre y estés en el lugar equivocado en los días siguientes a los que se ejecuta a un policía, porque las posibilidades de convertirte en culpable son altísimas. Eso sí, siempre tras unas sesiones de tortura. Y luego no hay quién te saque de la prisión, ni modo. Y si surge un abogado que posea la valentía de hacer su chamba con todas las de la ley, acaba muertito.

*********Son las 1,30 de la tarde y, si no me equivoco, llevamos 7 asesinatos en este hermoso día de invierno con el sol bien chido y ese azul sin nubes del cielo inmenso del desierto de Juaritos que se convierte en un huracán de colores a eso del atardecer, cuando la temperatura baja ferozmente.

Los dos chavos están a unos 20 metros de 15 casquillos percutidos. De un carro plateado vacío (es decir, sin cadáver), situado enfrente de una casita de color verde con una verja blanca, tiene las puertas abiertas.
Está en la calle General Motors, que hace esquina con la Jerónimo Balleza, justo donde comienza el desértico -porque es de arena y no hay nadie- Parque Scientific Atlantic, llamado así como la fábrica maquiladora que lo donó para los trabajadores de la zona.
Los niños rondan en bicicletas por la carretera mientras las mamás siguen conversando sin ver que por un segundo de suerte un carro no atropella a una niña con sudadera color rosa mexicano. Una señora, con su pequeño que le corretea entre las piernas, vende donas en la esquina. A un peso. Es decir, 13 donas por un dólar.

En esta calle del fraccionamiento obrero Torres del Sur, al suroriente de la ciudad, todo parece normal a eso de las 4,30 de la tarde. A no ser porque la policía municipal cortó la calle General Motors.

"Nadie dice nada", se queja el municipal.

Así que no se sabe lo que pasó. O se sabe muy mal. Como casi siempre.

-"?Qué onda, campeones, vistéis algo?", pregunto a un grupo de seis niños de entre 8 y 10 años de edad.

-"Yo, no. Mi hermano y otro iba en carro. Se lo prestó para dar una vuelta Giovani y les persiguieron. El de la sudadera negra es mi hermano. El le dirá mejor".

El de la sudadera negra es uno de los chavos que está más cercano a los casquillos percutidos. Al acercarme al chico -alto, con ojos verdes en una tez con signos de acné y cara de niño bueno- me dice que no vio nada. Pero al decirle que yo le vi en el carro, sonríe y me cuenta, supongo lo que le da la gana. Y me dice, además de que tiene 17 años, que una camioneta explorer dorada comenzó a perseguirlos, que en ella iban tres señores y una señora (de unos 30 años) y éstos comenzaron a disparar.

-"?Y no tienes miedo de estar todavía aquí y que os maten? ?Los policías saben que vosotros sois los del carro?", pregunto.

-"No, ellos no saben nada. Los policías llegaron, es más seguro (estar aquí) que irse a la casa".


*****Unas horas más tarde, la casa donde estaban los casquillos fue tiroteada. Quemaron dos autos. A veces, es así el vocabulario de las amenazas.
La muerte descansó hoy hacia las 6,30 de la tarde. Con 14 asesinatos (desde que el 2010 nos sorprendió hace 4 días han sido asesinadas 38 personas, entre ellas 3 mujeres y dos menores de edad, según la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte). Después, en la tardecita, siguieron las extorsiones que no se denuncian, los secuestros, las desapariciones. Como todos los días. Y los gestos que intentan convertise en escudos de protección inútiles: como entrar a un restaurante y sentarte alejado del resto y cerca de los baños por si comienza una balacera. Ayer domingo asesinaron, hacia las 8 de la tarde, a una pareja en un restaurante de la cadena Applebees, uno de esos lugares que uno piensa que puede estar seguro. Hasta que se equivoca. Y el peligro se convierte en muerte.


viernes, 1 de enero de 2010

Adiós al 2009 con sus 2.657 asesinatos en Ciudad Juárez

Escuché los tiros de las pistolas. Por una hora. Desde las 11,30 de la noche en un paisaje de negocios incendiados o cerrados por no pagar la cuota. Los semáforos en luz intermitente dejaban el paso a los vehículos como si quisieran escaparse de la muerte. En una balacera.

Adiós a los 2.656 asesinatos de la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón en este 2009, un 63 por ciento más que el 2008. Quedan sus 10 mil niños huérfanos.

Ciudad Juárez convertida por segundo año consecutivo en la ciudad más violenta del mundo -según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México (CCSPJP)- se preparaba para enterrar al 2009, el más trágico de su historia tras la Revolución de 1910.

Y como manda la costumbre -prohibida por las autoridades- lo más chido es hacerlo con 12 tiros, al cielo. Como en la películas de los machotes mexicanos. El resto, es cuestión de suerte. Como estar vivo o muerto, en esta ciudad con más de 8 mil soldados desplazados por el presidente Calderón.

Los hogares esconden ahora la alegría frustrada de los juarenses que añoran las grandes noches en clubes majestuosos de Juárez. Pocos se atreven a salir para celebrar este nuevo año. Y en las dos horas previas de hacerlo, cuatro juarenses que me llaman para desearme un fantástico año nuevo, intentan convencerme para que me quede en la casa, rodeada de una verja membretada por un alambre con púas y alarmas de seguridad. Decido tomar el riesgo. Por divertirme. Me lo pasé genial. La gente de Juaritos es fantástica.

Al regresar a la casa, miro a unos militares que se esconden tras unas trincheras de costales de arena con las que intentan proteger a varias estaciones de policía.
Y comienzo a escuchar en la computadora el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, un abrazo sensual y alegre mientras concilio el sueño. Pienso en los dos mundos: el que pone las víctimas de una guerra ficticia contra el narcotráfico y el que consume en paz la droga. Y surgen las preguntas, con el nuevo año, con sus nuevos muertos.

*El 1 de enero Ciudad Juárez es una ciudad fantasma. También en el día. Vamos 7 muertitos. A este paso, llegaremos a los 177 muertos por cada 100 mil personas de este año, frente a los 40 de Bagdag, Irak. Desde aquí, diviso El Paso, Texas. Estados Unidos. Otro mundo.

***Mi regalo de vida, desde la ciudad de la muerte constante, para todos vosotros en este año que nos sorprende:

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20100101/vuelve-ver-concierto-ano-nuevo-desde-viena/659781.shtml